Hipnotizada Por Ti
Recuerdo la primera vez que llamaste mi atención. Mis ojos y mi ser se vieron hipnotizados por la manera en que trataste a otra persona.
Con tanta ternura y compasión. Le tomaste la mano y le diste palabras de aliento. Fue tan genuino, que hasta yo quise darte las gracias; y la cosa no era conmigo.
De ahí en adelante admiré quién eres. Mi corazón le pidió a Dios conocerte, saber quién eres, y me lo concedió.
Sin saber yo, que caería en una red de sentimientos y emociones que confundió todo lo que una vez creía y realmente no supe cómo lidiar.
Pero, me siento tan agradecida de haber tenido la oportunidad de conocerte y haber compartido un tiempo contigo. Ojalá y permanezcas en mi vida.
De la manera que sea. Admiro lo que conocí y vi de ti. Hasta ahora, amo quien me has dejado ver.
Hasta la sombra que te persigue se me hace interesante y me intriga. Respeto quién eres y tu espacio. Me encanta saber que tuve el privilegio de conocerte.