Escapémonos un rato de la pandemia
“Ante’ de volver afuera hay que regresar adentro
Y que todo sea distinto y la verdad nunca se rinda”
– Residente (2020)
¡Necesito un break! ¡Ya no puedo más con esta pandemia! ¡Quiero salir corriendo! Definitivamente, este camino no ha sido fácil. Diariamente hemos recibido un bombardeo ilimitado de noticias, blogs, webinars, videoconferencias, tareas y reflexiones sobre la pandemia causada por el coronavirus COVID 19. Como consecuencia, nuestro contacto con la realidad se ha visto influenciado bajo los lentes enigmáticos del caos. Un caos que continúa siendo perpetuado por la falta de recursos, mal manejo de fondos económicos, asuntos de discordia política, la disparada violencia de género, los crímenes de odio hacia la comunidad trans, y la sobrevivencia del más pobre en un territorio capitalista y colonizado.
No ha sido fácil. De eso no cabe la menor duda. Nos encontramos intentando de buscar palabras que inspiren, y al mismo tiempo, que no opten por romantizar el caos. Igualmente, buscamos palabras que nos distraigan de la realidad, sin dejar atrás nuestro contexto de sobrevivencia histórica internacional.
Mas sin embargo, nosotrxs somos más que el caos. Tenemos aun los recuerdos del ayer, y las ganas de vivir nuestro presente. A su vez, contamos con el abrazo virtual de nuestrxs seres queridos, el sabor salado de las aguas que solíamos disfrutar los domingos de camino a piñones, el calor humano de aquellas organizaciones sensibles que continuamente nos ofrecen un plato de comida, el mensaje romántico de un nuevo amor vía chat, la celebración de fiestas en caravanas automovilísticas, el compartir de estrategias emocionales en las redes, la validación de nuestro dolor, la adición de nuevas rutinas, las ansias de aspirar a un mejor mañana, y la esperanza de descubrir nuestra propia evolución.
Hoy, sabes quién fuiste, y también quién eres.
Hoy, reconoces de lo que eres capaz.
Hoy, sabes lo que antes no sabías.
Hoy, sabes lo que puedes hacer por otrxs.
Hoy, te has visto crecer.
Hoy, te has visto llorar, y te has visto reir.
Hoy, has sabido perdonarte, y abrazarte.
Sobre todo, hoy, has aprendido a conocerte.
Les extiendo un abrazo y un escape literario para todxs aquellxs que lo necesiten. Te veo, te siento, te valido, y te comprendo. Algún día, saldremos de esto. Algún día, sentirás cada granito de arena en tu piel cuando camines libremente por la playa. Algún día, no nos preocuparemos por lo que falta en la nevera. Algún día, dormiremos tranquilxs sin que la tierra retumbe. Algún día, disfrutaremos nuevamente del sonido de un bolerito en el viejo San Juan. Algún día, te encontrarás de frente al sol agarradx de la mano de alguien cercano. Algún día, seremxs personas libres y fortalecidas. Y cuando llegue ese día, juntxs celebraremos un nuevo amanecer en nuestro Borinquén indomable al son de Gibertito o Bad Bunny. Recordando siempre que somos seres imperfectos, en una narrativa de vida totalmente libre de guiones.
“Life and death are always so mixed up together,
in the same way some beginnings are endings and
some endings become beginnings.”
– Lana Wachowski & J. Michael Straczynski (2018)