He estado observando a mi alrededor, a las personas y sus diferencias al momento de cumplir una tarea o un rol. Sobre todo en los límites, he observado de todo; personas que necesitan estar muy ocupadas, participar de muchas tareas a la vez y eso les hace felices. Incluso, se ven radiantes, de buen humor y complacidas.
Por otro lado, he visto personas que se desenvuelven mejor realizando una tarea a la vez, ponen toda su atención en ella y hasta que no la cumplen, no siguen con lo próximo. Por otra parte, he visto otras que no manejan de buena forma el tiempo, los “due date” y los plazos de entrega; se ven presionadas y estresadas.
Todos somos únicos y diferentes, por lo mismo poseemos características y atributos que otros no. Lo importante es identificar hasta donde nos sentimos cómodos y no vivir sobrepasando nuestros limites, ya que esto puede llegar a repercudir negativamente en nuestra ejecución y en nuestra salud, tanto física como emocional.
Tenemos derecho a poder manejar nuestro tiempo, a fallar, a trabajar a nuestro ritmo. No debemos buscar ser como los demás, sino ser la mejor versión de uno mismo. Por ello, hay que analizar esos límites, intentar superarlos si está dentro de nuestras capacidades, aceptarlos y poder vivir con ellos.
3 consejos para aceptar tus límites:
- Sé realista, no trates de lograr los estándares de la sociedad; estos muchas veces son irreales y desgastantes.
- Conoce tus capacidades, realiza una lista de tus capacidades, cualidades y de las facetas en que más te destacas; poner atención a los logros nos ayudará a conocer nuestras capacidades y límites.
- Acepta tus límites, no fijarnos en nuestros defectos y aceptar que tenemos límites propios. Somos únicos por nuestras capacidades y limitaciones. Lo que nos hace únicos, es esa maravillosa combinación de cualidades y límites.