Por qué ya no escribo mis resoluciones para el nuevo año…
Con cada nuevo año que llega nos pautamos diferentes metas, objetivos y resoluciones a las cuales queremos llegar. No hace mucho hablaba de este tema con un conocido y él me explicaba que creía que era más fácil programarse al principio del año y es por esto que las personas preferían adaptarse a nuevos objetivos en la llegada del mismo. Es en esta época navideña que escuchas a menudo ‘’Este será mi año” Se pautan viajar más, vivir una vida más saludable, comprarse un carro o encontrar el amor. Y me obligué a pensar: ¿Por qué no hacer cada día nuestro en vez de esperar a la llegada del primer mes? Si no se toma acción antes, ¿Qué te hace pensar o creer que lo harás después?
La realidad es que la vida nos pasa por delante muy rápido y tal vez porque ya nos habíamos programado a este plazo de cada año para tomar cartas en el asunto, no vemos oportunidades que a veces son hasta mejores. Esto también puede causar que no nos adaptemos correctamente a cambios que ocurren con el pasar de los días y hasta lo tomemos de manera negativa. En esto nuestros padres tenían razón, el tiempo pasa y no vuelve, es por esto que aún no logro entender la razón de esperar a mañana cuando tenemos hoy. Cuando me establecía estas metas y resoluciones hacía 2 años atrás, me sentía obligada a cumplir al pie de la letra lo que dictaba mi ‘’journal’’. Aún cuando mis gustos o pensar habian cambiado, y sin tomar en consideración todo lo que me pasaba en frente. Al nuevamente llegar el fin del año y repasar todo lo que allí decía, me frustraba pensando en lo que no había cumplido, pasando de vista larga lo que al contrario si había llegado a realizar. Es por esto que ya no me aferro a lo que escribiría hacía unos doce meses antes, por el contrario, he aprendido a disfrutarme el día a día y atesorar cada momento. Sí, tengo metas a corto y largo plazo, pero ya entiendo que todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos y es nuestro deber a adaptarnos al ahora, no a lo que queríamos o pensábamos ayer. Desde entonces, me atrevo a decir que vivo una vida un poco menos estresante y me frustro mucho menos. He cumplido en 2 años lo que juraba hacer en 5, pues aprendí a tomar todo a mi favor.