¿Alguna vez te has preguntado qué tipo de amigo eres? Recientemente se me ha vuelto muy curioso este tema de tratar de descifrar cómo te perciben tus amigos o como tú mismo te identificas a la hora de expresar el tipo de amistad que le puedes ofrecer a alguien. Gracias a las redes sociales se ha vuelto viral la discusión de los dichosos “amigos cactus” y “amigos bonsai”, términos que se popularizaron gracias al cantante colombiano Camilo, que abundó sobre el tema durante una entrevista en el podcast The Why Project. Para resumir los puntos del artista, los amigos cactus toman su nombre de la emblemática planta puntiaguda del desierto ya que solo necesitan agua de vez en cuando. Es decir, los amigos cactus son amigos que no requieren tanta atención como otros, mantienen su distancia pero siempre están ahí si los necesitas. Usualmente, y enfatizando los comentarios del mismísimo Camilo, los amigos cactus son amigos a distancia con los que puedes conectar fácilmente luego de no verlos por un tiempo debido a la distancia física entre ambos.
Mientras tanto, los amigos bonsai son todo lo opuesto: al igual que estos majestuosos árboles japoneses por los que son nombrados, los amigos bonsai necesitan agua y cuidado constante. Es decir, son esos amigos que necesitan atención diaria para mantener la amistad a flote.
Independientemente de con cual de estos dos términos te identifiques, ambos reflejan el estado moderno del concepto de la amistad en donde nos obligamos a pertenecer a una categoría que trate de justificar nuestra manera de querer a los demás.
Ambos términos cargan cualidades tanto positivas como negativas. Las negativas usualmente se destacan más si ambos tipos de amigos interactúan entre sí: los amigos cactus pueden llegar a convertirse en amigos distanciados y más aún si la comunicación que le otorgan a sus amigos bonsai se descuida por demasiado tiempo. De la misma manera, los amigos bonsai pueden llegar a ser demasiado exhaustivos a la hora de comunicarse y causar un cierto desgaste con sus amigos cactus. Sin embargo, si ambas personas caen dentro de la misma categoría, las características positivas brillan por sí solas: la amistad que los amigos cactus construyen entre sí puede durar muchísimo tiempo a pesar de la distancia física o de la comunicación esporádica. Igualmente, los amigos bonsai florecen al estar juntos ya que su comunicación constante es reciprocada al momento. En estos tiempos tan apurados en donde nos vemos obligados a escoger como y entre quienes dividir nuestro tiempo, es mejor ser amigo de otros que caigan en la misma categoría que nosotros.
Entonces pregunto: ¿Somos amigos cactus o amigos bonsai? ¿Con cuál categoría nos asociarán nuestros amigos? ¿Realmente podemos conformarnos dentro de categorías tan limitantes? Cuestionar tu posicionamiento en el gran esquema de las relaciones fraternales es, pienso yo, gran parte de la adolescencia y la adultez temprana. Al abandonar el colegio y comenzar nuestra transición hacia la madurez, nos vemos obligados a modificar nuestra manera de crear y fomentar amistades, algunas veces sin querer hacerlo. Entrar al mundo laboral y el mundo universitario nos convierte en seres acaparados de muchísimas cosas para hacer y muy poco tiempo para hacerlas. Nos perdemos en la rutina del diario vivir y la monotonía del mundo moderno y muchas veces terminamos luchando por mantener a flote nuestras relaciones personales al mismo tiempo que nuestra vida académica y profesional. Aún así, es importante recordar que las amistades se deben cuidar y cultivar diariamente para que nuestras conexiones no se pierdan entre el trabajo y los quehaceres de la vida.
Vivimos en una época tan fugaz que el tiempo se nos pierde y pasa en un abrir y cerrar de ojos. Seamos amigos distantes o cercanos, mantener una amistad es de las cosas más bonitas de este mundo pero sólo funciona si se les otorga el tiempo, cariño y comprensión necesario. Si tienes un amigo cactus, envíale un mensaje de vez en cuando. Si tienes un amigo bonsai, trata de comprender que su insistencia al comunicarse usualmente es raíz del cariño que sienten por ti. Si tú eres el cactus, trata de comunicarte con aquellos que quieres mas a menudo, no los olvides. Y si eres amigo bonsai, se consciente de que tus mensajes son apreciados por muchos aunque tal vez no lo demuestren tan seguido. ¡Ojo! Hasta el cactus más resistente necesita agua de vez en cuando y el bonsai más verde se puede llegar a marchitar si no se le presta atención.