“Tengo 23 y aún no estoy cerca de terminar el bachillerato…”
“Ya voy por tercer año, estoy tarde para cambiar de carrera…”
“Se me está acabando el tiempo…”
Solemos creer que cuando se cumplen los 18, debemos de tener la vida resuelta para los 25, pero no es así. Es normal no saber hacia dónde debemos ir. Es normal equivocarse una y mil veces. También es normal que no te guste lo que de primera instancia hayas elegido estudiar. No hay un camino perfecto, el éxito no es lineal. Veámoslo como una montaña rusa, pero que no es una como se muestran en las ferias, ésta la diseñamos nosotros mismos y lo curioso es que su diseño se crea día a día, no existe un plano que muestre el como se verá ni mucho menos se puede decir con seguridad cuánto durará el recorrido. Puede que esté compuesta por muchas subidas, bajadas y curvas inesperadas, pero que al final su propósito será disfrutar de cada momento que estemos en ella. Es por eso que, te dejo unos grandes recordatorios para cuando sientas que te atoraste:
1. “Me vs Me”
Tu progreso no es una competencia con el mundo. NO TE COMPARES.
2. Está bien no estar bien
No todos los días tienen que ser unos llenos de “good vibes”, acepta que no todos los días estarás sintiéndote a millón.
3. No se te está acabando el tiempo
Respira, te queda una vida entera para ser quien quieras ser, como dice Barbie.
4. Está bien cambiar de carrera
No te limites a algo que no te apasiona, experimenta e intenta las veces que sean necesarias.
5. Empezar de cero
Si no lo lograste al primer intento, vuelve a los puntos 3 y 4.
La vida está hecha para vivirla, equivocarse, intentarlo las veces que sean necesarias. Siempre podemos empezar de cero y recordar que es nuestro proceso, nuestra meta. “Porque sin errores nunca habrá un acierto…” -Morat