¿De qué trata la expansión de la autopista entre Hatillo y Aguadilla?
La administración del gobernador Pedro Pierluisi ha anunciado una serie de proyectos de infraestructura incluyendo la expansión de la autopista PR-22 desde Hatillo hasta Aguadilla. Esta idea de expandir la autopista no es nueva, ya que esta ha sido la intención desde la construcción de las autopistas. En el 2015 bajo la administración del ex-gobernador Alejandro Garcia Padilla también se estaba intentando hacer la misma. Pierluisi ha indicado que la extensión será con elevados. Esto significa que sería como la autopista existente entre San Juan y Arecibo que fue creada con puentes y a un nivel más alto de las áreas a su alrededor. Se espera que la construcción empiece el próximo año, y el costo estimado está entre $1,200 millones y $813 millones. La construcción eliminaría 50 pozos de agua, una veintena de vaquerías, 51 negocios, desplazaría a 500 familias y requeriría la remoción de vegetación para asfaltar aproximadamente 1,286 cuerdas del carso norteño.
¿Es la expansión de la PR-22 una mala idea?
Los que apoyan la expansión indican que esta promueve el desarrollo económico de la isla y reducirá el tráfico. La expansión de la autopista desde el área metro hasta Arecibo ha demostrado que el impacto económico para los municipios es negativo. La expansión resultó en que la mayoría de los conductores usarán la PR-22, evitando pasar por las áreas principales de los municipios, especialmente por los cascos urbanos entre el área metro y Arecibo. Como resultado, la actividad económica bajó y se perdieron muchos negocios locales. La carretera PR-2 conocida por muchos como “la carretera vieja” ha terminado en un estado de abandono. El estado de esta carretera causa más accidentes y hace el transitar por el área difícil para los residentes de estos municipios.
En este sentido la expansión de autopistas no ayudará a la economía, sino que trasladará la actividad económica de los municipios del norte de la isla a Aguadilla y el oeste. El tráfico no desaparece, sino que también se traslada a donde termina la autopista. El tráfico será peor en Aguadilla, donde la autopista terminará de la misma manera que el ‘tapón’ es peor en Arecibo, donde acaba la autopista actualmente. Adicionalmente el plan no menciona peajes en esta etapa, pero se entiende que, como en otros casos, se cobrará para su mantenimiento.
¿Cuáles son las alternativas?
El gobierno y el pueblo de Puerto Rico necesitan considerar qué traería más beneficios a la economía de la isla y el ambiente. El dinero no se debe gastar en expandir autopistas, sino en crear un sistema de transporte colectivo eficiente. Debemos expandir los servicios y rutas del Tren Urbano. Crear un sistema de guaguas públicas que conecte los cascos urbanos, centros comerciales, instituciones educativas y las áreas turísticas. La mayoría de la isla inclusive no tiene aceras para caminar ni vías para bicicletas. Se deben arreglar y re-diseñar carreteras existentes para permitir diferentes modos de transportación. La construcción de un sistema de transporte que no solo dependa de los carros haría que Puerto Rico sea una sociedad más inclusiva, salvaría vidas y reduciría el tráfico.